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ASIMOB | Mantener las carreteras seguras de manera digital

En este Desde Dentro, indagamos en ASIMOB, una startup de IA e Internet de las Cosas que desarrolla herramientas para la monitorización de parámetros viales y ofrece servicios de análisis del estado de las carreteras.

ASIMOB nació en 2016 y desde entonces, además de ganar varios premios, ha conseguido crear un producto único prevendrá muchos accidentes en carreteras en los próximos años. Estibaliz Barañano, General Manager de ASIMOB, nos lo cuenta Desde Dentro.

¿Qué ofrece ASIMOB al mundo?

ASIMOB lleva la digitalización al sector de mantenimiento y conservación de calles y carreteras. Las condiciones de mantenimiento de una carretera tienen un impacto fundamental en la seguridad vial, y este mantenimiento es un sector que apenas ha cambiado en décadas. ASIMOB aplica nuevas tecnologías para la detección de incidencias de forma sistemática y eficiente, mejorando sustancialmente la eficacia de las actuales inspecciones visuales, que son un proceso totalmente manual.

Nuestra aportación es especialmente importante en carreteras secundarias, donde ocurren la mayor parte de los accidentes mortales.

¿Qué tipo de ventajas aporta ASIMOB al mantenimiento?

Hasta ahora, los equipos de mantenimiento tienen inspectores que recorren las carreteras que deben mantener. Por ejemplo, para las carreteras convencionales suelen ser varios cientos de kilómetros, que se recorren entre 1 y 7 veces por semana. En ciudad va por barrios o distritos.

Esta persona que hace la inspección va conduciendo y, al mismo tiempo, revisando que todo esté bien. Además de objetos en la calzada o accidentes y otras incidencias, su inspección incluye la verificación de varios miles de señales de tráfico, y varios cientos de kilómetros de grietas, baches o líneas de carril.

Es muy complicado que esta persona detecte, por ejemplo, que una señal está derribada, o cuáles son las señales que tienen más suciedad, pegatinas o grafiti… La solución de ASIMOB permite hacer un seguimiento cercano de este tipo de elementos desde el centro de control, y diseñar así un plan de mantenimiento.

De manera similar para el firme: detectar, evaluar y registrar las grites y baches, o los tramos en las que las líneas de carril no se ven bien es un trabajo titánico… a no ser que se automatice, que es lo que estamos haciendo en ASIMOB.

¿Qué impacto se calcula que tiene vuestra tecnología en cuanto a prevención de accidentes y mantenimiento de infraestructuras?

Existen diferentes fuentes y mediciones, pero todas ellas van en una línea similar: por ejemplo, en una presentación del MITMA, se estima que la mejora de la señalización en una carretera reduce los accidentes mortales en un 44% y los no mortales en un 27%. Pero hay actuaciones en el Reino Unido que han conseguido reducciones de hasta el 87% en el número de accidentes, mejorando la señalización.

En España se invierten 1.500 millones de euros al año en conservación de carreteras interurbanas. Utilizar nuestra tecnología solo incrementaría el coste en un 2% pero incrementaría la eficiencia de los trabajos de mantenimiento en un 15% y reduciría la siniestralidad en carreteras en porcentajes mucho mayores.

¿Qué destacarías del equipo que compone ASIMOB?

Por un lado, la experiencia: todos los miembros tenemos ya años de experiencia, hemos trabajado en distintas empresas y realizado proyectos en diversos países. Algunos contamos también con experiencias previas de emprendimiento.

Y, por otro lado, la complementariedad de nuestros perfiles. Cada uno de nosotros ha estado en un área diferente de la tecnología: la venta y prestación de servicios tecnológicos, el desarrollo y la arquitectura SW, o el conocimiento del sector de Sistemas Inteligentes de Tráfico (ITS).

¿Qué hitos ha conseguido ASIMOB hasta el momento?

Por un lado, son conocidos nuestros reconocimientos a nivel nacional e internacional: el premio MIT Enterprise Award, el de la asociación ITS España, el Quality Innovation Award, o el European Pitch Award del EIT Urban Mobility…

Pero más importante aún son los pilotos y proyectos realizados, con empresas de conservación como Elecnor (Audeca) o ALVAC, o con administraciones públicas, como la Diputación de Gipuzkoa. Son estos proyectos los que nos han permitido evaluar y mejorar nuestra solución para asegurar que resultan útiles y fáciles de usar.

¿Cuál fue el momento clave para el despegue de ASIMOB?

El premio del MIT Enterprise Forum fue el primer reconocimiento público que recibimos, y nos dio una importante visibilidad a nivel nacional. Fue justo cuando ASIMOB tenía su MVP, y supuso un importante espaldarazo para darnos a conocer.

¿Cuál ha sido la anécdota más graciosa desde su fundación?

La primera vez que presentamos a finales de 2017 el primer prototipo a una Administración Pública, uno de sus responsables nos dijo: «Pues os vais a hartar a grabar vídeo». Aún no estaba muy interiorizada la transformación digital…

¿Qué quiere conseguir ASIMOB en los próximos 6 meses?

En los próximos meses esperamos afianzar los proyectos a nivel nacional, y creo que veremos el despegue de iniciativas a nivel internacional. De hecho, tendremos un stand el congreso mundial de Sistemas Inteligentes de Transporte, como una de las 60 startups más innovadoras del mundo en este sector, lo que nos dará una importante visibilidad a nivel mundial.

Técnicamente pretendemos dar un salto de los servicios actuales, desarrollando nuevos módulos del inspector autónomo de la carretera. Ese sistema integral permitirá controlar todo lo que se debe monitorizar en una carretera, para que los equipos de conservación optimicen su capacidad y recursos para ofrecer una carretera lo más segura posible.

Se habla mucho de los mapas digitales para la navegación de los futuros vehículos autónomos, y de hecho ya están disponibles en muchos vehículos actuales ¿Cómo veis el futuro de ASIMOB en relación con vehículos autónomos?

Los actuales mapas digitales no son muy precisos en lo que se refiere a la regulación vial en carreteras secundarias o en ciudades. Por ejemplo, Bilbao es una ciudad a 30 km/h desde hace casi un año, y aún hay navegadores siguen indicando que se puede circular a 50 km/h por muchas calles.

De hecho, para los actuales sistemas de ayuda a la conducción, la normativa exige que la señalización de la carretera detectada por las cámaras del vehículo sea prioritaria sobre la que pueda figurar en el mapa digital. Y, de hecho, la responsabilidad de cumplir con la normativa sigue siendo de la persona que conduce. Para desplegar vehículos autónomos, es necesario asegurar que estos vehículos van a cumplir siempre con las normas de circulación vigentes en cada momento y en cada lugar, incluyendo los cambios en el tráfico debidos a obras, a accidentes, a eventos (partidos, conciertos, pruebas deportivas) o a cambios en la regulación local…

ASIMOB puede permitir una actualización de los mapas mucho más rápida y automatizada, y de esta forma ampliar la red de carreteras con información suficiente como para que puedan circular los vehículos

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