El Corporate Venture Building (CVB) es un modelo al alza. Recientemente hablamos con Nuclio acerca del Venture Building, como modelo de creación de nuevas compañías desde cero. Puede parecer que al añadir la palabra Corporate sea únicamente rizar el rizo. Sin embargo, casos de éxito como el de Byld son la muestra de que, con el método de trabajo adecuado y los contactos necesarios, puede ser un modelo realmente interesante, capaz de crear grandes startups.
La principal diferencia entre el Venture Building y el Corporate Venture Building es que este último cofunda compañías junto a grandes corporaciones. Se trata del cocktail, a primera vista, perfecto. El Corporate Venture Builder aporta flexibilidad, conocimientos disruptivos, adaptación y frescura, mientras que la gran corporación aporta un músculo financiero, know-how de la industria y contactos clave. De esta forma, las grandes compañías no tienen que dedicar capital humano a la creación de nuevos proyectos disruptivos, sino que pueden confiar en un equipo emprendedor externo, con los que trabajarán codo con codo para crear una startup hecha a mano.
Hemos tenido el placer de hablar con el equipo de Byld, concretamente con Alvaro Ayllón, Head of Building, Sara de Lorenzo, Business Builder & Marketing y Javier Marín, Head of Partnerships. Este gran equipo, que está revolucionando la creación de nuevas compañías nos ha explicado en profundidad cuál es su gran valor añadido:
¿Qué ventajas consideras que aporta un Corporate Venture Builder frente a un Venture Builder?
Las ventajas del Corporate Venture Building radican en las cosas que te puede aportar una corporación y a las que un venture builder tradicional no tiene acceso. La primera es el alcance, tanto en lo relacionado a su capacidad comercial como a la hora de abrirte puertas con contactos y para una mayor fuerza de negociación. La segunda es su profundo conocimiento del sector en el que opera. Ningún profesional externo por mucha experiencia que tenga en su industria va a tener una sabiduría tan extensa como la de una corporación relevante. Es importante decir también que algunos nuevos negocios son ajenos al core de la compañía, pero siempre es inteligente apoyarse en sus activos y recursos.
Otro factor que pesa mucho en la innovación es la reducción del riesgo. Si partimos de comparar una Venture Builder con una Corporate Venture Builder en la misma situación de partida (capacidad financiera, experiencia emprendedora etc…) siempre vas a tener más porcentaje de éxito si vas con otro socio (y éste es una gran empresa además). El único pero es que reduces tu participación, pero es mejor tener poco de algo que mucho de nada. Además, para compensar esa menor participación, el nuevo negocio tendrá un gran fit con la corporación con lo que dispones de un potencial comprador de tu empresa siempre cerca del proyecto y con un gran interés desde el inicio.
Por el contrario, el CVB tiene más complicado atraer inversión externa, ya que precisamente es el alineamiento de intereses lo que hace a este modelo una alternativa interesante para la corporación. No obstante, es posible conseguir ambas cosas, siempre y cuando el vehículo inversor y su tesis de inversión estén alineadas con los del venture builder corporativo.
¿Qué grado de implicación tiene Byld cuando inicia un proyecto?
Total y absoluto, es una de las premisas básicas de nuestro modelo. Queremos ser socios del nuevo emprendimiento y por lo tanto asumir riesgo, no sólo por el upside posterior, si no también para demostrar skin in the game y diferenciarnos de una consultora estratégica que cobra unas fees y se va y carece de la parte de implementación. El equipo de Byld es el equipo del proyecto al completo. En algún caso contamos con expertos en la industria como fly-in team o bien con equipo de la corporación, pero siempre con Byld liderando las distintas etapas con nuestra metodología, basada en el Design Thinking y Lean Startup.
¿Qué tipo de proyectos sois capaces de desarrollar junto a grandes corporaciones? ¿Alguna especialización?
Somos una empresa que genera innovación corporativa, en la que el Corporate Venture Building es nuestro servicio más demandado hasta ahora. La experiencia nos ha hecho adaptar nuestros skills para ofrecer más cosas como lean coaching, sprints de innovación, desarrollo del intraemprendimiento o screenings de mercado. Cuando los proyectos se quedan en la fase consultiva hace que seamos semejantes a una consultora estratégica, no renegamos de ello tampoco. Dicho esto lo que nos hace diferenciales es la parte de implementación. Nuestros partners valoran mucho que vengamos del mundo emprendedor y que seamos capaces de llevar a mercado las oportunidades que identificamos.
En cuanto a la especialización, no estamos centrados en un sector en particular porque creemos que en la sociedad actual donde las fronteras entre las industrias son cada vez más difusas y los aprendizajes más horizontales, hay que aprovechar el conocimiento que adquirimos de cada uno de los proyectos y las verticales que atacan, para aportar valor a los que estén por venir. Es fundamental esa capacidad de adaptación y de transmisión del aprendizaje.
Hasta la fecha hemos transitado por múltiples caminos de innovación o innovation paths como nos gusta llamarlos, que van desde turismo y gran consumo en nuestros orígenes a vehículos eléctricos, logística de última milla y movilidad relacionada con el sector público en los últimos meses. Dentro de estos proyectos hemos lanzado tanto productos y servicios digitales como proyectos de ingeniería o infraestructuras.
¿Seguís algún método concreto para desarrollar nuevos proyectos?
Partiendo de la flexibilidad y capacidad de adaptación de nuestro modelo, esta parte es algo más dinámica ya que busca entender lo máximo posible las necesidades y oportunidades de la corporación y siempre centra sus principios en nuestra metodología. Somos muy fieles a ese esqueleto metodológico que nos permite construir de forma segura.
En líneas generales, desglosamos nuestro proceso de venture building en 3 etapas principales, aunque cada una de ellas tiene a su vez sus productos que pueden ser empleados en solitario. Nos gusta definirnos en este aspecto como una one-stop-shop de la innovación corporativa.
1. Insights: las ideas son la semilla de toda iniciativa de innovación. Hemos creado un conjunto de herramientas basadas en el Design Thinking que nos ayudan a identificar, comprender y priorizar tendencias, problemas y oportunidades que capturen oportunidades de negocio.
2. Labs: transformamos las oportunidades de mercado en soluciones validadas. ¿Cómo? Salimos del edificio y seguimos el mantra lean startup: Build, Measure, Learn.
3. Ventures: Byld existe para construir nuevos negocios. Desde el marketing hasta el desarrollo de negocio o productos, somos la parte activa del equipo del new venture, actuando como cofundadores involucrados y compartiendo riesgos desde el principio.
Otros modelos de innovación corporativa que nos gustan
Con nuestra experiencia y predisposición a descubrir y utilizar los modelos que mejor nos permitan ejecutar nuestro trabajo hemos empezado también a implementar el modelo de Venture Client, ya que se complementa a la perfección. Partiendo de una oportunidad que nos interesa atacar con la corporación, es posible que se pueda atacar con la tecnología de una startup ya en el mercado, en cuyo caso el modelo de venture client se adapta perfectamente, pero también es posible que no encontremos el fit perfecto, en cuyo caso la construimos con el Corporate Venture Builder.
Con respecto a los otros modelos corporativos más habituales, aceleradora corporativa y Corporate Venture Capital, hay un par de artículos del CEO de otro Corporate Venture Builder, Stryber que compartimos al 100% y que si hay alguien interesado en el tema debería leerse: CVC y aceleradora corporativa.
