Las oficinas son espacios dinámicos que de vez en cuando tienen que cambiar de aspecto para adaptarse a las nuevas necesidades de la empresa. Por ejemplo, con el Covid en muchas se han tenido que habilitar salas de videoconferencias, algo a lo que ayudan las mamparas de oficina.
Estos cambios también se producen cuando se alquila una oficina nueva o si se quiere dar una apariencia más moderna a un local que se ha quedado antiguo, para lo cual hay muchas soluciones.
Las mamparas dan un aspecto actual sin necesidad de obras
En Espacios de Oficina saben que en muchos casos los cambios en las oficinas se retrasan y se van posponiendo por temor a las obras, las cuales se sabe cuándo empiezan y nunca cuándo acaban, además de que el presupuesto inicial casi siempre termina ampliado.
Por eso, en esa empresa ofrecen las mamparas como una alternativa, ya que permiten dividir espacios, crear salas de reuniones, despachos de varios tamaños, etc., y todo con un aspecto contemporáneo y moderno gracias al uso del cristal.
Se puede mezclar con la madera
Los materiales naturales como la madera siempre son agradables. Dan un aspecto de lo más acogedor a los despachos y por eso son los preferidos por los clientes, los cuales los suelen mezclar con el cristal.
Así, una de las maneras de construir pequeñas oficinas es usar paneles de madera que se cierran con un tabique de cristal o con una mampara en uno de sus lados (que suele ser el frontal), lo que hace que este despacho no de la sensación de estar aislado del resto.
El cristal también ayuda a que la luz entre, para no dejar estos espacios a oscuras y dependientes de la luz artificial si no tienen una ventana exterior.
Las mamparas también dar privacidad
Una vez que se opta por las reformas de oficina sin obras la libertad del cliente es total para elegir con qué materiales desea contar.
De este modo, las mamparas se pueden escoger sin nada que dificulte la visión desde el exterior o con elementos translúcidos que dejan pasar la luz, pero no ver a la persona que está dentro, o al menos no tener una visión directa con él.
Las primeras se suelen poner en las salas de reuniones porque a los que están dentro no les molesta que los de fuera los vean, mientras que las segundas son las mejores para los despachos, ya que los empleados se sienten más a gusto cuando trabajan sin tener el foco de los demás puesto en ellos.
También se pueden usar las que son totalmente transparentes para los despachos, porque, aunque no dan privacidad sí que aíslan acústicamente, ayudando a la concentración y dejando fuera los ruidos de la oficina.
Aquí, lo mejor es contar con la opinión de los trabajadores, preguntándoles con qué tipo de mampara van a encontrar mejor, aunque en el caso de las trasparentes dotarlas de privacidad es muy fácil colocando unos simples vinilos, por ejemplo, con el logo de la empresa.