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Ignacio Lucea | BeWanted | Simplificando a la vez que revolucionando la manera de llegar al talento joven

Bewanted ha conseguido cambiar el modo de reclutar estudiantes y puestos junior, invirtiendo los procesos de selección. Hoy entrevistamos a Ignacio Lucea, uno de los cofundadores y artífices de este gran cambio. Ahora, las empresas son las encargadas de buscar y contactar con el talento directamente a través de la plataforma, que cuenta con más de un millón de usuarios.

Las principales empresas de nuestro país y Latinoamérica ya confían en Bewanted para encontrar aquellos diamantes en bruto para unirse a su equipo y prueba de ello es que la gran mayoría de estas compañías vuelven a recurrir a la plataforma con frecuencia. Esto es gracias a una eficacia increíble, que muestra un gran trabajo por parte del equipo de Bewanted.

Conozcamos un poco más a Ignacio:

¿Cómo explicarías lo que hace Bewanted a un inexperto en el área?

Somos un motor de búsqueda de jóvenes profesionales. Nuestra tecnología de matchmakig, unida a una base de datos de 1M de candidatos hace que nuestros clientes puedan encontrar en minutos candidatos jóvenes a los que contratar. Lo más facil es imaginarse un booking.com o un Airbnb pero para jóvenes profesionales. Nuestra solución logra que nuestros clientes hagan sus procesos de selección X10 más rápido y por menos de la mitad de coste. Eso lo logramos porque nuestros candidatos dejan de tener que aplicar constantemente a ofertas ya que pasan a ser las empresas las que aplican a los candidatos 🙂

¿Cuándo tienes previsto/tiempo tardasteis en llegar al breakeven?

Tardamos relativamente poco. En menos de tres años alcanzamos ese punto de equilibrio, lo cual no esta mal para una Start up, pero una vez llegamos a ese punto levantamos una ronda de financiación para poder crecer, lo que implica inversión y pérdidas a corto plazo. Creo que para un startup no es necesariamente bueno alcanzar el breakeven, ya que se trata de crecer más que de ser rentables. Dicho lo cual, mi socio y yo siempre pensamos que teniamos que crear un negocio solido, que pudiera ser rentable en caso de que decidiéramos no crecer. Y ese creo que debe ser el objetivo real, crear negocios con solidez, que aporten valor real y que puedan crecer o sostenerse en función de las circunstancias.
Creo que en la crisis económica que seguirá a la crisis a la crisis de salud del Covid-19 se verá que empresas están bien enfocadas y cuales no, en función de su capacidad de aguantar en este mercado adverso.

¿Cuál ha sido la situación más difícil en la que te has encontrado en Bewanted?

Pues quizás en la que estamos en este momento. Por un lado nos encontrábamos en pleno crecimiento, con apenas capacidad para dar abasto con los clientes y en un periodo muy corto de tiempo a cambiado mucho la situación. Llevo 15 años montando o participando en StartUps y creo que una de las cuestión más importantes para sobrevivir es tener flexibilidad y capacidad de adaptación. Pero creo que en este caso, abra que añadir la rapidez en adaptarse a ese cambio como un factor fundamental para capear este temporal. Será un reto para nosotros crecer en este entorno, eso esta claro, pero toda crisis es una oportunidad y vemos que nuestra propuesta de valor se verá reforzada en un escenario donde las empresas, grandes y pequeñas, tendrán que apostar por la eficiencia.

¿Qué cambiarías si volvieras a fundar Bewanted?

Pues creo que cambiaria poco. Me gustaría no cometer algunos errores, pero eso siempre es fácil decirlo desde la autoridad que nos da la experiencia vivida. Quizás más que nada cambiaría mi percepeción sobre el mercado y su capacidad para auto-evaluar sus necesidades. Nuestro modelo de Scouting (encontrar a las personas que quieres entrevistar/contratar) es el futuro y el mercado ya apuesta con claridad por él, pero ha tardado mucho más tiempo del que me imagine en llegar a esa situación. Pensé que íbamos por delante del mercado, pero no tanto. Eso nos da la ventaja de ir por delante de los competidores, pero también ha supuesto una desventaja a la hora de desarrollar nuestra labor comercial hasta prácticamente el año pasado.

¿Cuál fue tu primer fracaso como emprendedor? ¿Qué aprendiste de él?

Como emprendedor no entiendo el fracaso o el éxito como dos situaciones contradictorias. Creo que ambos están intimamente relaciones y son casi uno, ya que no podría entender mis éxitos sin mis fracasos y viceversa. Es todo un mismo viaje, lleno de giros. Dicho lo cual, mi primer “fracaso” fue con Mashboxx, un empresa pionera que logro las primeras licencias de música para hacer streaming online bajo el modelo de suscripción mensual. Fue tan pionera que nos adelantamos demasiado al mercado y eso lastro mucho nuestras oportunidades de obtener inversión, ya que el mercado aún no entendía ese negocio ni su potencial. Nos quedamos sin financiación y tuvimos que desmantelar la empresa. Al poco tiempo surgió Spotify con el mismo modelo – pero en el momento adecuado. El “timing” en un proyecto es fundamental.

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