Joan Álvarez es CEO y cofundador de Hannun. Es todo un emprendedor en serie y, como leerás más abajo, no se da por vencido y tiene muchísimo que compartir para aquellos emprendedores que cada día luchan por hacer despegar su startup. Si pudiéramos calificar a los mejores emprendedores como aquellos que no tienen miedo a equivocarse y que, sobre todo, saben aprender de sus errores, podríamos decir que Joan es todo un experto emprendedor. Con más de 3 millones de ventas netas en 2020, podría decirse que Hannun es todo un éxito.
Si te gusta lo que lees y te gustaría ser parte de la familia Hannun, estás de suerte, puesto que hoy mismo se abre su ronda de financiación de crowdfunding en Crowdcube – si no conoces Crowdcube, puedes leer la entrevista a Pepe Borrel aquí – a la que puedes acceder en este enlace e invertir en Hannun a partir de 15 euros.
Conozcamos un poco más a Joan:
¿Cómo explicarías lo que hace Hannun a quien aún no lo conozca?
Hannun es una marca nativa digital de muebles y decoración con foco en impacto social y medioambiental. Vendemos online muebles y decoración hechos a mano con materiales sostenibles. Para hacerlo posible, confiamos en una red de talleres artesanos que conectamos mediante un software de desarrollo propio con los clientes final, construyendo en torno a ello una marca, dando confianza a los clientes. Tenemos presencia en España e internacional en más de 30 países. El proyecto arrancó en 2018 y en muy poco tiempo hemos tenido un gran crecimiento tras el que seguimos con una fuerte ambición de ser líderes en Europa en el segmento.
Y para quien no les conozca…
¿Cómo se explica el innegable éxito de Hannun?
Hay una combinación de ingredientes que han funcionado muy bien en conjunto. El origen, es haber dado con un producto especial, de impacto social y medioambiental y con un estilo atemporal que ha enamorado a las personas en un sector todavía en proceso de digitalización.
La forma de hacerlo llegar también ha sido clave, con una comunicación muy transparente y directa a través de Instagram y colaborando con numerosos influencers que han hecho llegar al producto a un gran número de personas. Por otro lado, a nivel operativo también hemos dado con algunas teclas importantes, garantizando la escalabildad del modelo con esa red de artesanos conectados con tecnología y a nivel financiero también ha sido clave el poder contar con apoyo inversor que nos ha dado una gran velocidad en el desarollo de la marca a nivel nacional e internacional.
Pero más allá de todo eso, hay una cosa que es la que hace posible todo esto, y es el equipo, hemos tenido la suerte de contar con grandes profesionales y personas en las principales áreas que nos han permitido una evolución en paralelo de todos estos elementos clave. Me quedaría sin duda con el equipo.
¿Cómo comenzó el proyecto y cómo se formó el equipo?
Es de lo mejor de Hannun. Empezó en 2017 mi socio Maurici Badia. Tras estudiar ingeniería y pasar años en Asia y Latinoamérica como business developer de farmacéuticas, volvió a Barcelona y quisó tener la casa de sus sueños. Se puso a buscar muebles y decoración en redes sociales y encontró productos hechos a mano y con materiales sostenibles pero no una tienda por detrás que los ofreciera.
En ese momento, justo le despiden de su empresa, le seleccionan en la incubadora de startups Demium, y con esa alineación de astros decide probar suerte. Tomó algunas de esas fotos que había encontrado en redes sociales y no podía comprar, las publicó en Wallapop decidido a que, si alguien se lo compraba, ya lo produciría.
En apenas una semana tuvo los primeros 5 pedidos, fue a comprar madera y herramientas y en casa de sus padres hizo las primeras piezas que repartió luego con su coche. Después su hermana le ayudó a crear la marca y publicarla en instagram, colaboraron con la primera influencer y el resto ya lo sabéis.
Yo por mi lado, unos meses más tarde, entré como director de proyectos en Demium después de tener que cerrar mi anterior startup. Allí conocí a Mauri y la verdad es que me enamoré del proyecto y su filosofía, empezamos a trabajar juntos, cada vez a dedicarle más tiempo y al final a finales de 2018 decidí dar el salto y sumarme como cofundador junto a Mauri.
¿Cuál ha sido la situación más difícil en la que te has encontrado en Hannun?
Crear, hacer crecer o incluso sobrevivir teniendo una empresa, nunca es un camino de rosas, al menos en mi experiencia. Al final no deja de ser una montaña rusa, con mucha exigencia, sobretodo a nivel psicológico para vencer a las numerosas adversidades que te encuentras en el camino. Hannun podemos decir que es una historia de éxito porque los buenos momentos han superado a los malos, pero desde luego hemos pasado por varios malos momentos.
Una de las situaciones más difíciles fue en el final del primer trimestre de 2019, no habíamos calculado bien la estacionalidad de la demanda por llevar muy poco tiempo, habíamos sobredimensionado la empresa y tras encadenar tres meses por debajo de objetivos en ventas, nos vimos con tensiones de tesorería. Tuvimos que hacer una pequeña reestructuración interna y hablar con inversores que nos habían apoyado desde el principio para no romper caja, y trabajar muy duro para poner la empresa en rentabilidad de un mes para el otro.
Fue un momento complicado que afrontamos como equipo y pudimos superar, y hoy puedo decir, que agradezco haber vivido ese momento, porque de ahí salieron muchas de las cosas que hoy nos hacen ser mucho más sabios a la hora de gestionar el negocio. Es mucho mejor equivocarte cuando aún eres pequeño para evitar luego esos errores que quizá, en otro estadio de la compañía, son mucho más difíciles de salvar.
¿Qué es lo que más motiva cuando te aventuras en un nuevo proyecto?
Llevo aventurándome en proyectos 10 años, desde que cumplí los 19, y la verdad es que he estado en proyectos de lo más diversos, desde crowdsourcing a organización de eventos pasando por el gaming. Creo que es una cuestión de que me guste el sector, me guste la intencionalidad del proyecto a nivel de impacto y crea en el éxito del proyecto.
Soy ambicioso en el sentido de crear algo grande, para eso estoy en el mundo startup, que genere algo con un impacto en la economía real, generando empleo de calidad y riqueza a la sociedad. Si tuviera que resumirlo, sería algo clásico como: equipo, mercado, idea y tracción. También soy muy fan de la tecnología, así que su presencia suele ser un elemento clave para que realmente me divierta el proyecto.
¿Has tenido algún fracaso o error grave como emprendedor? ¿Qué aprendiste de él?
Por suerte y por desgracia he tenido muchos. En mi primer proyecto éramos 4 CEOs sin pacto de socios, en el segundo me pasé un año desarrollando un producto para luego descubrir que nadie queriá pagar por él, en el tercero se me olvidó pensar en que tenía que poder vivir de eso para poder dedicarme y estuve malviviendo con 300€ al mes durante casi 2 años, en el cuarto, no pensé en captar el talento necesario para poder crear algo realmente grande pero a la vez aspirando a hacerlo, y defender valoraciones altas nos acabó matando, además de creer que trabajar 16 horas al día iba a ser la solución.
Hoy aplico esos aprendizajes en todo lo que hago, que tener un equipo balanceado y con talento es clave, que hay que probar las cosas lo más rápido y baratas posible y que el tengo que poder vivir de lo que hago para poder dedicarme a ello al 100% y tener una vida equilibrada para tomar las mejores decisiones que sepa.
A día de hoy sigo cometiendo errores, y espero no dejar de cometerlos nunca y darme cuenta de ellos, porque es la mejor manera de seguir aprendiendo y mejorando.
Un emprendedor al que admires ¿Por qué?
Esto va a sonar a tópico, pero admiro a los emprendedores en general. Creo que hay que ser muy valiente para lanzarse a crear un proyecto desde 0, muchas veces en contra de lo que tu círculo más cercano piense, asumiendo una gran probabilidad de no conseguir lo que se quiere, cobrando mucho menos dinero durante bastante tiempo del que podrían cobrar y en un camino psicológicamente muy duro.
Los que lo hemos hecho o lo hacemos entendemos el por qué, que ese día que consigues tu primera venta, o el record de ventas, o esa inversión que necesitas, compensa los otros muchos días de lucha, pero en general, admiro a todos los que lo hacen. Digo esto también porque tendemos a admirar a aquellos que han tenido más éxito, pero el sector está lleno de valientes que lo han intentado, lo siguen intentado y lo van a intentar, a los que admiro en lo más profundo.
Y no sólo hablo de tech-startups, también de emprendedores de persiana de toda la vida, que luchan igual cada día para levantar y mantener su negocio, creando empleo y aportando valor a la sociedad.
Dicho esto, destacaría si me lo permitís a algunos emprendedores con los que he tenido la suerte de trabajar muy de cerca.
– Laura Gómez Perarnau. Por si resilencia, en un negocio que iba como un tiro y que la pandemia ha afectado gravemente está consiguiendo darle la vuelta y no tengo dudas de que logrará un gran éxito con Catevering.
– Iván Cayuela. Hoy tenemos la suerte de tenerle como VP de Operaciones en Hannun, pero la trayectoria que tiene, su fuerza, y lo que consiguió hacer con Fotawa, es de quedarse alucinado.
– Julio Ribes. Su trabajo incansable con gran humildad al frente de Swipcar los ha posicionado como el renting de referencia en España con muy pocos recursos en muy poco tiempo.
También mencionaría a Josep Casas, por su crecimiento meteórico en Naturitas, Eloi Gómez (su entrevista aquí), por lo que está consiguiendo con Jeff, y Pablo Viguera, a quien conozco bien y acabará consiguiendo algo muy grande, un genio y Humbert Sasplugas, lo de P D Paola es alucinante.
¿Cómo te ves a ti mismo y a Hannun en 5 años?
A mi mismo me veo liderando alguna empresa e invirtiendo y participando en otras, aunque el futuro es tan incierto como el COVID-19 nos ha demostrado a todos este año, así que sinceramente no hago muchos planes, intento vivir más en el presente. Hannun la veo como líder en su segmento en Europa.