Una cucaracha no suele ser el primer animal al que una startup quiera parecerse, si tenemos en cuenta su connotación habitual. Sin embargo, en la jerga del mundo emprendedor, puede ser algo muy positivo.
Puede parecer que hablemos de un zoo cuando hacemos mención de startups cucaracha, gacela, elefante o ratón. Estas próximas semanas, analizaremos todos estos términos dentro de Oasis for dummies.
Se dice que las cucarachas serían los únicos bichos que resistirían a un ataque nuclear. En estos tiempos que corren, no ha caído una bomba nuclear sobre el ecosistema emprendedor, pero casi. Los que no tienen la capacidad de adaptación y resistencia necesario, no sobreviven.
Una startup cucaracha es aquella que tiene crecimiento lento pero sólido, con un especial cuidado con la cuenta de resultados y un trato personalizado y atento a los clientes. Garantiza la rentabilidad a largo plazo y sin duda, en estos momentos de crisis, muchos inversores desearían haber invertido en muchas de ellas.
Si aún te encuentras en la fase de startup, ¿qué es?, te dejamos este artículo con todos los detalles y origen del termino.
Al igual que las cucarachas, este tipo de startups no son ni llamativas ni glamurosas, además, para los inversores que acostumbran a invertir en las más conocidas, esta modalidad no entra en sus planes. Aún así, como en toda buena cartera diversificada, es interesante tenerlas en cuenta ya que en tiempos de incertidumbre como los que estamos viviendo, son de lo más resistentes, especialmente cuando hablamos de los aspectos financieros y de planificación a largo plazo.
Se trata de un concepto que lleva en el punto de mira del ecosistema emprendedor español varios años. Sin embargo, es ahora cuando muchas de estas cucarachas están saliendo a la superficie. Estamos demostrando una capacidad de resiliencia impresionante, así como una capacidad de adaptación sin precedentes. Se trata de un modelo al alza, que cada vez atrae a más inversores.
Origen del término
Caterina Fake, cofundadora de Flickr habló por primera vez de las cucarachas como término asociado a las startups, en un artículo llamado The Age of the Cockroach, donde argumentaba que estos pequeños insectos pueden convertirse en una plaga que termine finalmente con los unicornios. ¿A qué se refería Caterina? En contraposición con los unicornios, ruidosos, llamativos y con una alta valoración, las startup cucaracha tienen un crecimiento sólido, sostenido y, sobre todo, silencioso. Por supuesto, la cofundadora de Flickr hacía referencia de forma despectiva a estos unicornios, como startups sobrevaloradas, asociadas a unas valoraciones muy por encima del real. Muchas veces los fundadores de startups con este perfil lustroso y ruidoso tienden a evitar este término por la connotación negativa que puede llegar a tener. Sin embargo, tener una capacidad de levantar financiación con un buen mensaje y un plan de negocio ambicioso puede ser una gran ventaja si se hace un correcto uso de este dinero.
Para Caterina, «las cosas buenas ocurren lentamente», en referencia a la capacidad de supervivencia, adaptación y capacidad de multiplicarse a pesar de no tener apenas alimento. Además, añade Caterina, que una vez despejado el humo tras la plaga (podemos aplicarlo hoy en día a la crisis que nos empieza a golpear), solo quedarán en pie las cucarachas, más delgadas quizá pero resistiendo y con ganas de comerse el mundo, como cualquier startup.
Ejemplos en España
Especializada en el Growth Hacking, es decir, la aplicación del método científico a la mejora de productos digitales. Esta startup española optimiza negocios y productos digitales para aumentar los ingresos y beneficios de sus clientes, incrementando todas las métricas del producto del cliente. Además, potencian el Full Growth, mejorando la experiencia de cada usuario mediante diversas técnicas.
Utilizan una metodología propia, llamada IAF (Iterativo de Alta Frecuencia), que combina tres factores: la selección de ideas, la confianza en éxito, ponderado con la dificultad técnica del desafío. Lejos de verse afectada negativamente por esta crisis, está aumentando plantilla y adaptándose perfectamente a la situación, resistiendo a todo.
Esta startup vasca, especializada en fabricar y comercializar obleas de grafeno de alta calidad, está creando tecnologías basadas en este material. Durante esta crisis se encuentra ofreciendo diferentes formatos de grafeno para ser utilizados en aplicaciones médicas en fase de investigación, en biosensores avanzados que pueden ayudar en el diagnóstico y en terapias médicas.
Fundada en 2010, cerró en 2018 una ronda de financiación de más de 2 millones de euros, siendo capaz de crear una filial en Boston, la meca, para muchos, de la tecnología en EEUU. Distribuye a nivel mundial y tiene un constante. Sin duda, un ejemplo de resistencia y probablemente, aunque esto se verá con el tiempo, capacidad de aguante en todo tipo de situaciones.
Esta startup, con sede en Madrid, ayuda mediante tecnología propia, a analizar los factores determinantes a la hora de llevar a cabo la instalación de una planta solar. Ellos consiguen hacerlo en cuestión de minutos, mientras que lo normal era tardar varias semanas. Su software es capaz de analizar factores como la ubicación ideal, la configuración de los equipos o definición de los mejores parámetros para el ahorro de dinero. Son capaces de fusionar tecnología e ingeniería para hacer llegar la energía fotovoltaica a cada rincón. Aumentando su accesibilidad, buscan hacer de esta energía la principal fuente a nivel mundial.